
“Una hermosa mañana, el sol se colaba por las ventanas del boliche, pintando de dorado la taza de cortado que tenía enfrente. En una esquina, un cuadro viejo, un poco desteñido, mostraba a Gilda y a Caniggia en sus mejores tiempos, con una sonrisa que parecía contagiar a todo el lugar. Era como si estuvieran ahí, sentados en la mesa de al lado, charlando y riendo.
Mientras tomaba el feca, me puse a garabatear en una servilleta un boceto de una cancha de fulbo. La música, una mezcla de rock nacional y cumbia, le ponía el ritmo justo al ambiente. Era como estar en un partido de la selección, pero en versión café.
Me levanté para ir al baño y al pasar por la barra, la barista me sirve un vasito de soda bien helada. Y así, entre cafés, faturas y buena música, se me fue la tarde, escribiendo historias que, como un buen gol argentino, dejaban sin aliento.”
Mientras tomaba el feca, me puse a garabatear en una servilleta un boceto de una cancha de fulbo. La música, una mezcla de rock nacional y cumbia, le ponía el ritmo justo al ambiente. Era como estar en un partido de la selección, pero en versión café.
Me levanté para ir al baño y al pasar por la barra, la barista me sirve un vasito de soda bien helada. Y así, entre cafés, faturas y buena música, se me fue la tarde, escribiendo historias que, como un buen gol argentino, dejaban sin aliento.”

El proyecto "Hermosa Mañana" consistió en el diseño y conceptualización integral de un espacio cafetero que buscaba evocar sensaciones de frescura, alegría y ligereza. Inspirado en la icónica frase del humorista Guillermo Francella, el café fue concebido como un lugar que irradia vibras positivas y una atmósfera acogedora.

Un pilar fundamental del diseño fue la creación de una identidad visual distintiva. Desarrollamos un logotipo principal para el café y una adaptación específica para indumentaria deportiva, transformándolo en un escudo de fútbol. Esta segunda versión fue integrada en las camisetas de los mozos, fusionando la cultura cafetera con la pasión argentina por el fútbol y generando una interacción memorable con los clientes.

El café se caracteriza por una paleta de colores vibrante y alegre, con el naranja y el celeste como los tonos principales y más potentes, complementados por el verde, el rosado y el amarillo.
La estética general del café se define como "kitsch", utilizando el color de manera audaz para evocar alegría y una atmósfera distintiva.

El viejo fondo de comercio era un viejo café llamado R19, muy tradicional en la zona de Mendoza Capital, con un público cautivo por tener cerca el registro del automotor. A partir de esto buscamos evocar la atmósfera nostálgica de los locales de antaño en un espacio donde lo contemporáneo se encuentra con lo clásico.
Para lograr esta fusión, el diseño de la carta se convirtió en una pieza central de la experiencia. Inspirados en los periódicos tradicionales que se leían en los antiguos cafetines, desarrollamos una carta presentada en formato de diario de papel.
Este enfoque va más allá de un simple menú: la carta integra noticias del local e ilustraciones, ofreciendo al cliente una experiencia táctil y sensorial. Al interactuar con el papel y percibir el olor a tinta, conectamos al usuario con la calidez y el encanto de otros tiempos, haciendo del pedido una parte memorable y distintiva de la visita.

En Hermosa Mañana, no solo desarrollamos la identidad del café, sino que creamos un sistema gráfico escalable diseñado para aplicarse de manera consistente en diversos soportes de packaging. Este sistema, altamente adaptable, permite la compatibilidad tanto con empaques primarios como secundarios, incluyendo latas, tetrabricks y empaques de café. Aunque actualmente enfocado en la experiencia del café, la robustez de este sistema gráfico nos permite proyectar una futura línea de productos de Hermosa Mañana, asegurando que la marca pueda crecer y diversificarse sin perder coherencia visual.

Gracias somos kowa.studio® y hacemos Buena M*erda®